Las personas evolucionamos tanto físicamente como mentalmente. El cambio en el cerebro nos llevó a entender que nuestros sentimientos pueden determinar nuestros pensamientos y acciones. Sin embargo, existe un cúmulo de neuronas organizadas que nos dan la capacidad de usar la razón para dominar las emociones. Si hacemos un buen uso del razonamiento, este podrá ser más poderoso que las afecciones. Aún así, la emoción y razón se necesitan mutuamente, ya que ambas forman parte del sistema funcional de la mente humana. A esta facultad de controlar las emociones al usar la razón la conocemos como inteligencia emocional. Quien optimiza esta cualidad tiende a mejorar su calidad de vida, construir relaciones más respetuosas y fortalecer su estado mental.

En el campo laboral,  ser inteligente emocionalmente es importante para tener una comunicación efectiva y alcanzar el éxito en la gestión empresarial. En este artículo te contamos 5 lecciones para lograr este positivo dominio de la razón sobre la emoción. Si te interesa ser un profesional en esta área consulta nuestro Máster Experto en Neurolingüística y en Inteligencia Emocional.

5 claves para desarrollar la inteligencia emocional

Existen varios autores que hablan sobre este tema. Pero un libro que se convirtió en un auténtico best-seller fue Inteligencia Emocional de Daniel Goleman. Él propone diferentes claves para desarrollarla, a continuación te presentamos cinco de ellas:

1.-Conócete emocionalmente

Aprender a distinguir cómo te sientes es necesario. Reconoce tus emociones y no te dejes llevar por ellas. Usa tu fuerza mental.

2.-Percibe tu realidad

Sé más consciente de lo que sucede en tu interior y acepta el poder de tu vulnerabilidad. Ten un conocimiento inmediato de tu ser, tus actos, reflexiones y aprende a juzgar esa visión de ti.

3.-Evalúate constantemente

Analiza tus emociones e identifícalas. Observa dónde está tu enfoque o hacia dónde diriges tu atención. De ese modo, podrás comprender qué te provoca ese sentimiento o de dónde surge tu emoción.

4.-Controla tus impulsos

Mide tu paciencia y no reacciones sin pensar. Date tiempo para respirar, reflexionar y tomar distancia a cada situación. Así tendrás una perspectiva más amplia y un mayor control emocional.

5.-Escucha y atiende tu entorno

En algunas ocasiones la rutina y tus problemas hacen que te enfrasques en tu vida. Esto genera un distanciamiento en tus relaciones y no te permite entender el punto de vista ajeno y el por qué de las cosas. Tener empatía hacia con los demás te ayudará a formar amistades duraderas, a ser parte de una sociedad y tomar acción en ella. Además, aumentarás tu nivel de compresión y eliminarás la indiferencia.